EN OCTUBRE SI HAY MILAGROS

lunes, 28 de mayo de 2007

PEREGRINOS DEL CAUTIVO

Ellos caminan distancias considerables, y la mayoría sueña con un país mejor. Ellos no son miembros de ningún sindicato en marcha de sacrificio, ni piden la cabeza de algún ministro, ellos creen en cosas más grandes. El camino es largo, pero esa no es razón para acobardarse, el Señor los espera con los brazos paternales, dispuesto a entregarles su cariño divino y concederles su petición. Ellos son: los peregrinos del Señor Cautivo de Ayabaca.Cansados han traspasado las puertas de la Universidad Nacional, y bajo la sombra de generosos algarrobos se detienen a descansar, después de almorzar revisan las ampollas de sus frágiles pies y frotan con ungüentos sus fatigadas piernas, mientras tanto, otras hermandades siguen su camino, los universitarios miran sorprendidos este improvisado campamento.

Dicen que han salido hoy ( ayer ) en la madrugada de su querida tierra de Vice ( Sechura ), y esperan llegar sin ningún inconveniente al templo del Cautivo. Alvaro Chapilliquen Eche, es un joven de 20 años, y es el presidente de esta hermandad. Ha caminado desde que tenia 7 años, fue su padre quien lo llevo por primera vez. Alvaro nos dice que toda su familia ( su padre, su madre y él )camina todos los años hacia Ayabaca en busca de una paz espiritual.Son 123 personas, entre hombres y mujeres, incluso niños, que conforman esta hermandad, su preparación es casi diaria, asisten a las misas dominicales, organizan rosarios, conciertos y vigilias, en espera de esta fecha especial. Juan Carlos Inga Paiva, camina por segunda vez, dice que el año pasado decidió peregrinar en busca de la mejora de salud de un familiar. Estaba cansado, sentía dolores, pero al ver el rostro del Señor Cautivo, su estado cambio totalmente, y decidió caminar hasta que su cuerpo pueda.Marielena Palomino Panta ha caminado 4 años, agradeciendo por un favor concedido, en un principio su promesa era por 3 años, pero su fe ha crecido y su agradecimiento también. El viento sopla suavemente en los rostros de los niños que se han quedado dormidos en la vereda que se dirige a la Facultad de Economía. Si todo marcha bien llegaran el lunes en la mañana, entonces las ampollas desaparecerán, el dolor se ocultara entre los cerros, la alegría será inmensa, las ganas de regresar el próximo año se ensancharán y alguien murmurará: ¨ en octubre, si hay milagros...


TEXTO: RAÙL REYNALDO CRUZ ZAPATA
FOTOGRAFIA: AGUSTO SANTIAGO.

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